La idea (2)
Había una belleza indecible en el fuego, y en las cenizas y en los escombros; en el paisaje desolado, arrasado por el calor de las llamas... Había belleza en las lágrimas y en las voces quebradas, en los gritos y en la desesperación del dolor.
Había encontrado belleza en la desesperación del terror. ∎